lunes, 6 de julio de 2015

Pardela, amiga

Algunos de vosotros seguro que ya conoceis este cuento, pero lo cierto es que el tiempo pasa y los recuerdos se van amontonando unos encima de otros y cubriéndose de polvo, y en 2015 ya serán bastantes los que desconozcan esta historia (sobre todo los lectores del blog que vivais más o menos lejos de As Mariñas, que alguno hay).

Esta entrada se me ocurrió al darme cuenta de que estábamos de aniversario, pues este año se cumplirían tres décadas de la llegada de "Cincenta" a Santa Cruz. ¿Y quién era Cincenta?. Pues esta es su historia:

El Portocobo es un hotel situado en Santa Cruz (Oleiros), pegado a su paseo marítimo. Un hotel más, pero que sin embargo un día de julio de 1985 recibió una visita especial, cuando ni más ni menos que... ¡¡una pardela cenicienta!!! entraba por la puerta de recepción y se quedaba a dormir dentro del hotel. Para sorpresa de todos, volvió al día siguiente, y al siguiente, y al siguiente... y así todo el verano.

Paseo da Pardela, en Santa Cruz. Oculto entre los árboles de la izquierda está el Portocobo.
Durante el día desaparecía mar adentro, volviendo con el ocaso a dormir al hotel, donde le habilitaron un pequeño cuarto (que posteriormente cambiaría por los bancos del paseo marítimo). Un día al final del verano no regresó, pero si lo hizo sorprendentemente al año siguiente, tal y como si regresase después de su periplo oceánico a su colonia de cría. Y lo hizo nada más y nada menos que durante 15 años, hasta cerca del año 2000. 

Eran otros tiempos, y esta es la única fotografía que he conseguido de la pardela. Gracias a su autor, Fernando Ramos, por permitirme emplearla en el blog.
Cada año su vuelta era un acontecimiento recogido por los medios locales, autonómicos e incluso estatales y se hizo conocida y querida por todos. Era un ave extrañamente confiada, dejándose incluso acariciar mientras reposaba en los bancos del paseo, y llegó a convertirse en un reclamo turístico. La estampa de "Cincenta" volando con el ocaso sobre el paseo, mientras emitía su mágico reclamo, es inolvidable.

Panel sobre la pardela instalado en el paseo de Santa Cruz.
Eran tiempos de efervescencia "ambiental" en Oleiros, por aquella época probablemente el concello más sensibilizado de Galicia con la conservación del medio natural y la educación ambiental, de la mano del Colectivo Ecoloxista e Naturalista Biotopo y de un ejemplar movimiento social y ciudadano de base (yo soy "hijo" de todo aquello). Y la pardela se convirtió en parte en un pequeño símbolo de ese momento. Fue nombrada Embajadora Honorífica por el Ministerio de Asuntos Exteriores, y recordada de distintas maneras: da nombre a una escuela infantil, al paseo marítimo de Santa Cruz, a unidades didácticas y proyectos educativos, obras de teatro, premios y a una red de comunicación para la gestión de ENPs, además de tener una escultura dedicada en el castillo de Santa Cruz, sede del Ceida.

Estatuta recordando a la pardela, en el CEIDA.

También se publicó Pardela, amiga, un libro inspirado en Cincenta con contenidos de divulgación ambiental y un relato de Anisia Miranda.


¿Y de dónde vino "Cincenta"?. Imposible saberlo. Las pardelas cenicientas son aves pelágicas muy longevas que en nuestro entorno nidifican en el Mediterráneo y en las islas macaronésicas. Probablemente el de nuestra Cincenta fuese inicialmente un caso de contaminación lumínica, por lo que en el fondo vino a darnos una lección sobre el fuerte impacto que ésta puede llegar a suponer en diversas colonias de aves marinas (aquí y aquí).

O también podría ser una precursora de las pardelas cenicientas que en los últimos años están colonizando algunas islas gallegas, en las que nunca hasta ahora se había citado su presencia. ¿Provendría Cincenta de algún primer intento de colonización de éstas costas?. Es bonito pensarlo...

Si hubiese llegado a Santa Cruz en el siglo XXI, sin duda podríamos habernos aprovechado del enorme salto tecnológico vinculado al conocimiento de los movimientos y migraciones de aves, y mediante un GPS o un diminuto geolocalizador habríamos conocido con detalle todos sus movimientos (podeis jugar aquí, seleccionando la temporada 2011-12 y en "seleccionar rutas", las cuatro pardelas marcadas ese año).

En todo caso no debemos olvidar que la pardela cenicienta forma parte de uno de los grupos faunísticos (el de las aves marinas) que más amenazadas se encuentran a nivel mundial. Además de la contaminacion lumínica, las pardelas cenicientas se enfrentan a graves problemas derivados de la mortalidad en palangres o la predación por parte de especies invasoras. Por ello fue declarada Ave del Año 2013 por SEO/Birdlife (os recomiendo ver el vídeo adjunto en el enlace).

Las últimas lecciones que nos trajo Cincenta...

Panel sobre la pardela instalado en el CEIDA.
NOTA: Tal vez el aniversario no sea tal... buscando información para esta entrada, un panel del concello de Oleiros habla de 1982, y no 1985, como el año de su primera llegada. En cualquier caso es lo de menos, si el posible aniversario sirve como excusa para hablaros de Cincenta.

2 comentarios:

  1. Aquí en Ferrol chegara léramos tamén a nova de "Cincenta", que chamara moito a tención. Unha historia curiosa desde logo.
    Apertas Sergio.

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    1. Graciñas Xabi. Pois si, sorprendente e máxica historia. Eu era un neno, e lembro o emocionante que era cando chegaba a nova de que acababa de voltar, un ano mais.

      Apertas!

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